34 años después de su estreno 20th Century Fox hizo oficial lo que para todos estaba ya muy claro.
Hay dos tipos de personas en este mundo: Los que consideran que Duro de Matar es un clásico de navidad y los que no. La cosa está muy clara para casi todas las personas que han visto esta película protagonizada por Bruce Willis hace tres décadas (menos para el actor), pero nunca había sido oficial, hasta ahora.
Para celebrar el 30 aniversario de esta franquicia, 20th Century Fox lanzará un box set con las 5 películas que conforman la historia del Detective John McClane en formato 4K y, para anunciarlo, lanzaron un tráiler en el que la anuncia como “The Greatest Christmas Story”.
Por si el mensaje fuera poco, la portada de esta caja es un horrendo suéter de navidad verde.
En Julio de este año, Willis aseguró que esta no era una película sobre la navidad. Durante la grabación de su Roast para Comedy Central, el actor aseguró que la película no entra en esa categoría, al contrario de la opinión de Steven De Souza, guionista de la película. Ahora que la distribuidora también lo dice, Willis debería salir a pedir disculpas y aceptar los hechos como son.
Los números no mienten
Recientemente el canal de Fandom Entretainment sacó un video donde terminó, de una vez por todas, el famoso debate sobre si Die Hard es una película navideña. Analicémoslo a detalle.
Partamos del hecho que una película navideña debe tener al menos estos cincos elementos: árboles de navidad, decoraciones navideñas, villancicos, el uso de la palabra “navidad” y otras referencias navideñas.
Analizando la película, resulta que estos son los números de Die Hard:
- Aparecen 11 árboles de navidad diferentes en 19 tomas.
- Aparecen a cuadro 15 decoraciones navideñas.
- Se escuchan 7 villancicos (contando incluso el del final, interpretado por Frank Sinatra) y el número sube a 12 si tomamos en cuenta el Himno a la Alegría.
- Se usa la palabra “Navidad” 14 veces en diferentes diálogos.
- Aparecen 4 referencias más a la Navidad (palabras como regalos, “Santa” o el clásico “Ho-ho-ho”).
