Rock/Punk
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«20 Year Short Break» fue fundada en 2019 por Dan Wright (guitarra) y Rob Miller (voz) para reanudar su viaje musical después de una larga pausa. Impulsados por el talento y la pasión por la música rock honesta, comenzaron a crear canciones, resurgiendo en 2020 con su sencillo debut, «Old Dusty Road», exactamente 20 años después de su último esfuerzo musical juntos.
Desde el principio, su objetivo ha sido cautivar al público no solo en el estudio sino también en el escenario. Aunque la pandemia inicialmente frustró sus presentaciones en vivo, solo alimentó su creatividad y determinación. Tras alcanzar el éxito en Spotify (con más de 250.000 streams y más de 3.000 seguidores) y YouTube (con más de 500.000 visualizaciones),
El dúo se convirtió en una banda de pleno derecho, no músicos de sesión, sino una banda con corazón y alma.
En los años 2022/23, la banda se completó con la incorporación de Andi Kaiser en la batería, Stefan Endisch en el bajo y Alex Kugler en la guitarra principal.
En 2023, la banda realizó sus primeros conciertos e impresionó al público con su unidad, espíritu de equipo y una poderosa presencia en el escenario.
«20 Year Short Break» es más que una banda, son una unidad que se une en el escenario para inspirar a su audiencia. Su unidad y sinergia son palpables en sus cautivadoras actuaciones en vivo, creando una atmósfera electrizante que involucra a la multitud, animándola a cantar y conectarse emocionalmente.
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«20 Year Short Break» representa el rock genuino y honesto. Hecho a mano y sin complejos.
A veces más duro, a veces más suave, con matices metálicos o azules.
Siempre con melodías pegadizas, ritmos impulsivos, riffs abrasadores, letras profundas y un camino directo al corazón de los oyentes.
Real, sin filtros, y desde lo más profundo de sus almas. Canciones sobre la vida y de la vida misma.
20 Year Short Break nos llevan en un viaje por carretera a través de sus vidas:
Arriba, abajo, adelante, atrás, pero siempre en movimiento.
Así que, limpia tus Ray-Ban, enciende el V8, baja las ventanillas, saca los codos y pisamos el acelerador.
¿Qué más va a pasar?
Nadie lo sabe.
¿Acaso importa?
Seguro que no.
Pocas veces la carretera ha sido el destino tanto como lo ha sido aquí porque muy pocos tienen el coraje de darle una segunda oportunidad.
Especialmente después de un breve paréntesis de 20 años.