.

Jim Morrison fue reconocido por su sensibilidad poética y su actitud desafiante en el escenario. El músico, parte del Club de los 27, tenía problemas con las drogas, era considerado un símbolo sexual y también era una persona que no dudaba en expresar su descontento. Estas características contribuyeron a que fuera el primer músico detenido durante una presentación en vivo. Aunque otros artistas han tenido experiencias similares, Morrison, líder de The Doors, marcó un precedente. Esto ocurrió el 9 de diciembre de 1967, durante un recital de la banda en New Haven, Connecticut, cuando el vocalista tuvo un altercado con la policía.

Según el tecladista Ray Manzarek, esto sucedió después de que lo rociaran con gas pimienta: «El tipo me dijo: ‘Mis disculpas. No sabía quién eras’. Yo le respondí: ‘Entonces, si eres famoso no te rociarán con gas lacrimógeno, pero si eres solo un chico, sí’. Eso no tiene sentido». Posteriormente a este incidente, Morrison se dirigió al escenario y se refirió al oficial como «cerdito azul» mientras hablaba por el micrófonoEsto fue suficiente para que los agentes lo bajaran del escenario y lo arrestaran. Este suceso sería posteriormente parte de la canción «Peace Frog», incluida en Morrison Hotel, donde menciona «la sangre en las calles de New Heaven».

.

Jim Morrison
                                                        Jim Morrison. Foto: Facebook de The Doors.
.

Las versiones del arresto de Jim Morrison

Robby Krieger, otro de los miembros del grupo, vivió más de cerca el suceso. En una nota escrita para Literary Hub, relató: “Fue el final de un año emocionante: nuestra canción ‘Light My Fire’ lo había cambiado todo durante el verano del 67, y para el otoño nuestro segundo álbum, Strange Days, se unió a nuestro disco debut entre los cinco primeros. El hábito de beber de Jim había crecido en paralelo con nuestro éxito, por lo que los miembros de nuestra banda y el equipo se turnaban para intentar mantenerlo lo más sobrio posible en las noches de show”, recordó.

“Esa noche estaba en nuestro camerino cuando escuché a Jim gritar. Todos salimos corriendo para ver qué pasaba y lo encontramos gritándole a algunos policías y ellos devolviéndole los gritos. Durante la conmoción entendimos lo que había sucedido: Jim se estaba besando con su cita en una ducha cuando un oficial de policía lo enfrentó, pensando que era un miembro aleatorio de la multitud que se había colado detrás del escenario. Jim supuestamente se burló y el policía supuestamente lo roció con gas pimienta. No tuve ningún problema en creer la historia. A Jim le encantaba hablar con la policía y a los policías les encantaba tener una excusa”.

.