Un grupo de investigadores analizó 150 capítulos y descubrió que casi la mitad enseña resiliencia infantil. Cómo Bluey ayuda a los chicos a desarrollar empatía, autocontrol y confianza. Los padres Heeler, Chilli y Bandit, aparecen como modelos emocionales y guías clave en la serie.

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Un estudio sobre Bluey reveló los 10 capítulos que mejor enseñan a los chicos a manejar emociones y frustraciones.
“Bluey muestra con humor y ternura cómo los niños pueden superar la frustración, aprender de los errores y fortalecer sus lazos familiares”, concluye un nuevo estudio académico sobre Bluey, la serie australiana que conquistó a millones de familias.
La popularidad de Bluey, la serie sobre una familia de perros, no se explica solo por su encanto o su humor. Detrás de cada capítulo, hay un retrato de las emociones, los vínculos y la capacidad de recuperarse ante los problemas.
Un estudio reciente de la CQUniversity de Australia, publicado en la revista Educational & Developmental Psychologist, analizó 150 episodios y arrojó que casi la mitad (48,7%) reflejan conductas de resiliencia, ya sea como tema central o secundario.
Los investigadores Kelly A. Bohl, Bradley P. Smith y Mary T. Bolling aplicaron el “Marco de Resiliencia de Grotberg” para identificar cómo los personajes modelan habilidades emocionales. El hallazgo central: Bluey ofrece una representación consistente y accesible de cómo los niños aprenden a regular emociones, pedir ayuda, resolver conflictos y volver a intentar después de equivocarse.
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El hallazgo central del estudio: Bluey ofrece una representación consistente y accesible de cómo los niños aprenden a regular emociones.
La fórmula Grotberg: los 3 pilares que explican por qué Bluey enseña resiliencia
El estudio usa un marco clásico para analizar la resiliencia infantil, dividido en tres pilares que la serie refleja una y otra vez:
- Yo TENGO (I have): apoyos externos, figuras de confianza y reglas claras.
- Yo SOY (I am): fortalezas internas como la empatía, la autovaloración y la esperanza.
- Yo PUEDO (I can): habilidades concretas para comunicarse, resolver problemas o manejar la frustración.
El componente más frecuente en la serie fue el “Yo tengo” (97,3%), lo que subraya el rol de las relaciones familiares como base para desarrollar seguridad emocional y autonomía.
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Los adultos son los principales facilitadores de la resiliencia en Bluey.
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Por qué Chilli y Bandit son el modelo de padres más querido de la televisión
Según el informe (llamado “¡Oh, galletitas!” Explorando la resiliencia en el programa de televisión infantil Bluey), los adultos son los principales facilitadores de la resiliencia en Bluey:
- Chilli (la madre) aparece como guía emocional en el 41,5% de los casos.
- Bandit (el padre) ocupa ese rol en el 31,7%.
Así, la serie muestra cómo las pequeñas interacciones cotidianas fortalecen la confianza y el autocontrol de los chicos y chicas.
Un ejemplo es el episodio Sheepdog (Temporada 3, Episodio 11): Chilli necesita un rato a solas y se lo explica a Bluey sin culpas ni enojos. Le enseña que cuidarse también es importante. Más tarde, Bluey imita ese gesto en su juego, demostrando que las lecciones emocionales se aprenden observando.
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La serie muestra cómo las pequeñas interacciones cotidianas fortalecen la confianza.
Los 10 episodios de Bluey que mejor enseñan resiliencia
Los investigadores destacaron algunos capítulos que -consideran- encarnan los valores del Marco de Grotberg. A continuación, una selección de 10 historias de Bluey que pueden ser un punto de partida para charlar con los chicos y chicas, según a qué pilar representan.
- 1. Yo TENGO: relaciones de confianza. Hora de dormir (Temporada 2, Episodio 9). Bingo enfrenta dormir sola con apoyo de su mamá: “Hacé tu mejor esfuerzo, cariño. Siempre estoy aquí si me necesitás”.
- 2. Yo TENGO: modelos a seguir. Copiando (Temporada 1, Episodio 28). Bingo imita a Chilli: “Lloro un poco, me levanto, me sacudo el polvo y sigo adelante”.
- 3. Yo TENGO: estructura y reglas. Paseo en carrito (Temporada 1, Episodio 24). Bandit enseña límites con cariño y celebra cuando Bluey los respeta.
- 4. Yo PUEDO: comunicar emociones. Pelota de yoga (Temporada 1, Episodio 16). Bingo se anima a decirle a su papá que el juego es demasiado brusco.
- 5. Yo PUEDO: pedir ayuda. Noche de basureros (Temporada 2, Episodio 32). Bingo busca apoyo ante un caso de bullying en el jardín.
- 6. Yo PUEDO: manejar la frustración. Que no toque el piso (Temporada 1, Episodio 3). Las hermanas transforman la decepción en risas cuando se pincha el globo.
- 7. Yo PUEDO: resolver problemas. Abuelas (Temporada 1, Episodio 28). Bluey encuentra una salida creativa para reconciliarse con Bingo.
- 8. Yo SOY: empático. El juego del paquete (Temporada 3, Episodio 13). Bingo se alegra por el triunfo de otra nena: “Cuando Lila es feliz, yo soy feliz”.
- 9. Yo SOY: seguro de sí mismo. El balancín (Temporada 2, Episodio 27). Pom Pom muestra orgullo por su esfuerzo: “Somos pequeños, pero resistentes.”
- 10. Yo SOY: responsable. El pastel de Duck (Temporada 2, Episodio 43). Bluey asume la limpieza de su desorden sin que nadie se lo pida.
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Bluey también muestra la importancia del entorno social de los niños y niñas.
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Más allá de los padres: la comunidad también enseña
Aunque la familia Heeler concentra la mayoría de los ejemplos (86,3%), Bluey también muestra la importancia del entorno social de los niños y niñas, y sus familias.
Por ejemplo, en Wild Girls (Temporada 3, Episodio 43), la maestra Calypso enseña flexibilidad ante los cambios de juego, y sus alumnos aprenden a adaptarse.
En Pirates (Temporada 1, Episodio 27), los amigos ayudan a Missy a superar el miedo, mostrando cómo la red de apoyo también fortalece la resiliencia.
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La clave del éxito está en que Bluey traduce conceptos psicológicos en situaciones simples y emotivas.
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Lecciones “para la vida real”
Para los investigadores, la clave del éxito está en que Bluey traduce conceptos psicológicos en situaciones simples y emotivas.
El humor, la ternura y la autenticidad de los personajes permiten que los niños se identifiquen con ellos y que los padres encuentren inspiración para acompañar las emociones de sus hijos.
“Bluey no solo entretiene, también modela cómo los chicos pueden construir su fortaleza emocional”, cierra el estudio